Reportajes

El vaper y el tabaquismo en España y en Europa

El tabaquismo es una de las principales causas de muerte evitable en el mundo. El tabaco mata a más de 8 millones de personas cada año, de las cuales 7 millones son fumadores activos, pero más de 1 millón son no fumadores que se encuentran expuestos al humo ajeno. 

En los últimos años, el vaper o cigarrillo electrónico ha ido ganando popularidad como una posible ayuda para dejar de fumar. España y el resto de Europa cuentan con perspectivas y enfoques muy diferentes al respecto, lo que crea un escenario muy interesante para analizar. 

El vaper en España, en busca de regulación

El número de vapeadores en España se calcula en más de 600 000 personas, lo que representa un aumento del 20 % con respecto a las cifras del año anterior. Son muchas las personas que utilizan el cigarrillo electrónico como herramienta para dejar de fumar. 

Pero, a pesar de su creciente presencia en el mercado y de la gran comunidad de vapeadores que existe, las autoridades sanitarias españolas aún no han emitido una recomendación clara sobre su uso en la lucha contra el tabaquismo. 

Este vacío legal ha llevado a un debate encendido. Mientras algunos sectores argumentan que el vaper puede ayudar a reducir el tabaquismo, ya que permite a los fumadores reducir gradualmente su consumo de nicotina, otros señalan que la falta de regulación al respecto podría llevar a un aumento en el consumo de vapeo entre los más jóvenes. 

El enfoque diferente del Reino Unido 

En contraste, el Reino Unido ha adoptado un enfoque radicalmente diferente en relación con el vapeo.  Este país proporciona kits de inicio para el uso de cigarrillos electrónicos de manera gratuita a un millón de fumadores, con el objetivo de promover el abandono del hábito de fumar. Esta iniciativa, con un presupuesto de más de 60 millones de euros, es parte de un conjunto de medidas presentadas por el Gobierno británico y que también incluye la oferta de incentivos de hasta 500 euros para mujeres embarazadas que dejen de fumar.

El objetivo del Reino Unido es reducir la actual tasa de fumadores en el país, que se sitúa en un 13 %, hasta alcanzar un 5 % o menos para el año 2030. A pesar de este ambicioso propósito, algunas organizaciones ya han advertido que el simple cambio de cigarrillos convencionales por los electrónicos está lejos de ser una solución suficiente para abordar la adicción a esta sustancia legal. Aunque también reconocen que cualquier paso dado en esta dirección siempre es bienvenido y resulta esperanzador, ya que, según algunos estudios, los vapers aumentan las probabilidades de que los fumadores tengan éxito en dejar este perjudicial hábito para su salud. 

El debate sobre los cigarrillos electrónicos y su eficacia en la lucha contra el tabaquismo es una cuestión compleja y en constante evolución. Mientras que en España aún se busca una regulación adecuada y un consenso en su uso, en Reino Unido y muchos otros países europeos ya se ha adoptado un enfoque más proactivo y orientado hacia la salud. Es importante mantenernos abiertos a nuevas a nuevas estrategias y enfoques con el objetivo final de mejorar la salud y el bienestar de la sociedad en su conjunto.