Reportajes
Estrategias para Reducir el Consumo de Agua Caliente y Ahorrar Energía
El ahorro de energía sigue siendo fundamental y un enfoque eficaz es reducir el uso de agua caliente en los hogares.
El ahorro de energía es una prioridad para los países europeos, especialmente tras el aumento de los precios del gas natural y el petróleo debido a las tensiones geopolíticas. Aunque los precios de la energía se han estabilizado recientemente, los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo continúan afectando la estabilidad del mercado energético. Por ello, como se puede leer en este artículo, el ahorro de energía sigue siendo fundamental y un enfoque eficaz es reducir el uso de agua caliente en los hogares. Aquí hay algunas estrategias para lograrlo:
-A la hora de ducharse, si hace frío dentro del baño, es conveniente calentar el ambiente antes de ducharse, por ejemplo utilizando un calefactor eléctrico. También, si dos o más personas van a ducharse en el mismo baño, lo conveniente es que lo hagan uno después del otro, para aprovechar la inercia térmica y poder disfrutar de agua caliente al instante y también del calor del ambiente.
-Reducir el tiempo en la ducha: Una ducha de 5 minutos puede consumir entre 40 y 75 litros de agua, dependiendo de la potencia del chorro. Los expertos recomiendan limitar la duración de las duchas para ahorrar agua caliente y, por consiguiente, energía. Además, mantener la temperatura por debajo de los 30 grados centígrados puede ser más eficiente.
-Si en la fachada de la vivienda da el sol directamente, lo sensato es ventilar durante unos minutos las estancias con las persianas subidas para que el sol cliente la vivienda. Poner alfombras y cortinas de color oscuro que absorben la radiación solar es también una buena idea para aumentar la temperatura dentro de las estancias de la vivienda y el aislamiento térmico.
-Instalar atomizadores en los grifos: Estos dispositivos mezclan aire con el agua, lo que permite reducir el consumo de agua caliente hasta un 50% sin perder la sensación de caudal. Esto puede ser una solución efectiva para ahorrar agua y energía.
-Usar el lavavajillas de forma eficiente: hoy en día ya no es necesario prelavar los platos antes de meterlos en el lavavajillas. Este simple cambio puede ahorrar agua caliente y gas natural.
-Realizar mantenimiento regular en la caldera o calentador de gas: Hacer revisiones anuales para sistemas domésticos y cada 6 meses para sistemas industriales garantiza que funcionan de manera óptima y eficiente, evitando el desperdicio de gas natural. Es importante contar con técnicos especializados para este mantenimiento.
-Ajustar el caudal de agua en los calentadores de gas: Asegurarse de que el caudal de entrada sea óptimo evita el uso ineficiente del gas. Los calentadores estándar suelen tener una capacidad de 10 litros por minuto; si el flujo es mayor, puede requerir más gas para calentar el agua a la temperatura deseada.
-Evitar temperaturas excesivas en calderas y calentadores de gas: configurar la temperatura a niveles muy altos solo lleva a desperdiciar gas, ya que luego se necesita mezclar con agua fría para alcanzar una temperatura adecuada para la ducha.
-Optar por calentadores de gas modernos con tecnología de modulación e inverter: Estos equipos permiten ahorrar hasta un 20% de gas modulando la llama y manteniendo una temperatura constante. Son más eficientes y alcanzan la temperatura deseada más rápidamente.
En resumen, el ahorro energético es crucial en el contexto actual de inestabilidad en los mercados de energía. Con el uso responsable de los sistemas de calefacción y agua caliente, se pueden lograr importantes ahorros de energía y gas natural, contribuyendo así a la sostenibilidad y estabilidad económica.