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Diferencias entre terreno urbano, terreno urbanizable y terreno no urbanizable

La calificación del suelo es la responsable de determinar la utilización de cada terreno y qué tipos de construcción permitirá.

Cuando se trata de terrenos es común encontrar esta serie de términos que pueden generar cierta confusión, pues es una terminología técnica para referirse a los tipos de suelos, sus características y margen de legalidad que se debe respetar por la planificación territorial, por ello si tu deseo es invertir en terrenos en España y no sabes por dónde comenzar, has llegado al lugar indicado para conocer cuál es el tipo de terreno más apto según tus requerimientos.

¿Qué es la calificación del suelo?

La calificación del suelo es la responsable de determinar la utilización de cada terreno y qué tipos de construcción permitirá, esta se rige por los siguientes criterios:

Usos generales

Engloba la finalidad global del terreno, el destino, bien sea infraestructuras o paisajismo, sin especificar la edificación a realizar.

Usos específicos

Detalla los fines del terreno, bien sea deportivo, religioso, residencial o comercial. Es la especificación del tipo de construcción.

A partir de esta calificación podremos clasificar a los terrenos como urbano, urbanizable o no urbanizable.

Terreno urbano

El terreno urbano es aquel ubicado en suelo sobre el cual ya se han realizado edificaciones, es decir, que cuenta con todas las infraestructuras y servicios característicos de una zona urbana, desde agua, alcantarillado, electricidad, y demás.

En este tipo de terreno es posible construir edificios de toda clase, desde comerciales hasta residenciales, sin embargo, existe una normativa urbanística que regula qué se puede edificar en cada zona urbana.

Terreno urbanizable

Es aquel terreno apto para generar una zona urbana, pero que aún no ha sido utilizado para tales fines, por lo que carece de infraestructuras y servicios básicos; se encuentra en la mira para llevar a cabo obras urbanísticas sujeto a la normativa correspondiente de la zona y tipo de suelo.

Terreno no urbanizable

Este tipo de terreno tiene un valor natural, agrícola, ecológico o paisajístico que no se puede modificar. Por ende, no se pueden construir ningún tipo de edificaciones, y está sujeto a normativa especial con restricciones estrictas que protegen ese suelo y aseguran un uso adecuado del mismo.

La importancia de conocer las diferencias

Es fundamental conocer los tipos de terrenos, pues así sabrás cuál puedes adquirir y qué puedes hacer con él de acuerdo con sus posibilidades de construcción, además de averiguar la normativa específica por la cual se rige cada suelo.

Siempre se recomienda buscar asesoría profesional acerca del derecho urbanístico, así estarás protegido contra sanciones y cualquier inconveniente inherente al derecho medioambiental.

En resumen: Los terrenos urbanos ya cuentan infraestructuras y puedes seguir construyendo en ellos; los terrenos urbanizables son aquellos terrenos “vírgenes” que tienen potencial para ser urbanizados en pro del crecimiento de la ciudad; y los terrenos no urbanizables, también llamados terrenos rústicos son los que están protegidos o se utilizan para fines agrícolas y agropecuarios.

Esta clasificación de los terrenos permite establecer proyectos de construcción o la conservación de los terrenos protegidos, una importante delimitación para evitar la sobre construcción en cualquier ciudad.