Reportajes
Indicadores de un sistema inmunológico débil
El sistema inmunológico es al cuerpo humano lo que un software de antivirus es a un ordenador. Es su primera línea de defensa contra enfermedades y virus.
Hay muchas señales que indican que el sistema inmunológico de una persona está débil. Por ende, son las mismas señales las que dan fe de que se debe fortalecer el sistema inmunológico cuanto antes y de las maneras más seguras posibles.
A sabiendas de que un sistema inmunológico fuerte es sinónimo de mayor resistencia a enfermedades, recuperación más rápida, prevención de enfermedades crónicas y mayor bienestar general, reconocer los indicadores que hablan de un sistema inmune débil y tomar medidas inmediatas es fundamental.
Indicadores comunesInfecciones frecuentes: resfriados, gripes, infecciones de oído o urinarias que duran más de lo normal o se repiten con frecuencia.
Fatiga crónica: sentirse cansado todo el tiempo, incluso después de dormir lo suficiente.
Problemas digestivos: hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento crónicos.
Problemas de piel: erupciones cutáneas recurrentes, heridas que tardan en cicatrizar, acné persistente.
Alergias: sensibilidad creciente a alérgenos como el polen o los alimentos.
Cabello y uñas débiles: caída excesiva del cabello, uñas quebradizas o con manchas blancas.
Infecciones recurrentes por hongos: candidiasis bucal, vaginal o infecciones por hongos en las uñas.
Dificultad para concentrarse: sensación de niebla mental o dificultad para recordar cosas.
Aunque es normal que muchas de estas cuestiones aparezcan relacionadas con otros factores o enfermedades, lo cierto es que son indicadores inequívocos de que el sistema inmune no se ha podido proteger debidamente. Eso lleva a hablar de las posibles causas de su debilitamiento.
Posibles causas de un sistema inmunológico débilMala alimentación: una dieta deficiente en vitaminas, minerales y antioxidantes puede debilitar el sistema inmunológico.
Estrés crónico: el estrés prolongado puede suprimir la respuesta inmunológica.
Falta de sueño: un sueño insuficiente o de mala calidad afecta la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
Edad avanzada: a medida que las personas envejecen, el sistema inmunológico se debilita de forma natural.
Enfermedades crónicas: enfermedades como la diabetes, el cáncer o el VIH pueden debilitar el sistema inmunológico.
Medicamentos: algunos medicamentos, como los corticosteroides y los tratamientos de quimioterapia pueden suprimir el sistema inmunológico.
Lo que se puede y debe hacerSalvo en casos muy concretos en los que se tenga la sospecha de una enfermedad más grave, donde consultar a un profesional será lo indispensable, hay muchas acciones que las personas pueden tomar para recuperar la capacidad de actuación de su sistema inmune.
Cambiar hábitos alimenticios: es lo principal. Desde la suplementación con productos que cuentan con elementos que fortalecen el sistema inmunitario, hasta consumir una dieta rica en frutas, granos enteros y proteínas magras.
Descanso y estrés: el descanso óptimo en calidad y en tiempo puede llegar a ser un reparador importante para el sistema inmune. De la misma manera es el tema del estrés, que mientras mejor se pueda manejar con técnicas de relajación, mejores serán las sensaciones en el cuerpo.
Ejercicio físico: la actividad física incide sobre otros apartados de la vida diaria, con el manejo del estrés, la calidad del sueño y hasta incide en los hábitos alimenticios. Pero por sí solo el ejercicio físico regular ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Higiene adecuada: aunque cueste creerlo, muchas veces la falta de capacidad de actuación del sistema inmune se debe a un uso exigente por parte de los malos hábitos de higiene de las personas. Lavarse bien las manos, evitar el contacto con personas enfermas o superficies sucias, entre otras tantas cuestiones, ayudarán a protegerse desde afuera y evitar que el sistema inmune tenga que desgastarse todos los días evitando infecciones y enfermedades.
Fortalecer el sistema inmunológico podría considerarse como una de las inversiones de largo plazo en temas de salud que todas las personas deberían hacer, siempre. Es la clave para una vida saludable y libre de enfermedades. Hay muchos hábitos que pueden fortalecerlo, por suerte.