Los cacereños regalarán a la Virgen de la Montaña un manto con motivo 100 años coronación

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Los cacereños le regalarán a la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres, un manto con motivo del centenario de su coronación canónica, que se conmemora el próximo mes de octubre. El manto lo está pintando el artista cacereño afincado en Sevilla Daniel Jiménez Díaz y los 3.000 euros del coste los pagará la Cofradía de la Virgen de la Montaña, pero se pueden hacer aportaciones de 20 euros por persona que se destinarán en un 65% a acciones solidarias y en un 35% al mantenimiento del culto.

'Un manto de caridad' es el nombre que se le ha dado a esta iniciativa que pretende ser un regalo de los cacereños a su patrona, un gesto de solidaridad con los más necesitados y un recuerdo permanente, ya que los nombres individuales de las personas que donen dinero aparecerán serigrafiados en un forro interior que llevará el manto, que podrá verse en septiembre en el Palacio de la Isla en una exposición que se va a organizar con motivo del centenario.

Desde el inicio del culto a la imagen hace cuatro siglos, cacereños y devotos han ofrecido a la Virgen múltiples regalos y ofrendas como gestos de agradecimiento, promesas o recuerdo en memoria de algún familiar o amigo fallecido. Precisamente, en 1924 la corona con la que fue coronada la Virgen se confeccionó con los donativos de oro y alhajas de los cacereños.

Veinticinco años después en 1949 la patrona recibió el manto de la ciudad costeado por suscripción popular y que luce desde entonces cada año en la procesión de bajada desde su santuario hasta la concatedral de Santa María. En el 50 y 75 aniversario de la coronación de la ciudad volvieron a ofrecerse sendos regalos conmemorativos, las ánforas de plata del paso procesional y la reposición del histórico templete en el santuario, sin contar los más de 180 mantos que tiene la Virgen, muchos de ellos donados y de gran valor histórico-artístico.

Cuando la nueva Junta de Gobierno de la cofradía comenzó su andadura hace menos de un año consideró la idea de ofrendar un nuevo manto a la Virgen de la Montaña en el centenario de su coronación, "para continuar así con esta tradición de testimoniar con un objeto físico las grandes conmemoraciones históricas", ha explicado este martes el vicesecretario de la cofradía, Jorge Rodríguez, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el mayordomo Joaquín Floriano, el delegado episcopal para el Año Jubilar, Javier Romero, y el concejal de Cultura, Jorge Suárez.

"Somos conscientes de que en nuestros días la devoción a la Virgen de la Montaña debe estar más que nunca unida al compromiso social y caritativo", ha dicho Floriano, que ha indicado que este 'Manto de caridad' lo estrenará la Virgen de la Montaña en la Misa Pontifical que tendrá lugar en la Plaza Mayor el próximo 12 de octubre para clausurar el centenario.

Para participar en la donación y que aparezca el nombre en el forro hay que adquirir una estampa por por 20 euros que representa la imagen de la Virgen que adornará el manto y contiene una reliquia de uno de sus mantos antiguos. De momento, se ha realizado una tirada de 500 estampas y los puntos de venta son en el Santuario, oficina de la Real Cofradía y concatedral durante el Novenario.

El delegado episcopal para el Año Jubilar, Javier Romero, se ha mostrado convencido de que "los cacereños van a responder con entusiasmo y con generosidad" a esta iniciativa, de la que se dará cuenta de lo recaudado una vez concluya el centenario, así como a los proyectos solidarios a los que se destinará la donación de los cacereños.

Por su parte, el concejal de Cultura, Jorge Suárez, ha calificado de "verdadera obra de arte" el nuevo manto y ha agradecido al artista que haya sabido recoger "maravillosamente" en este manto "lo que es el sentir que tenemos los cacereños".

El nuevo manto incluirá detalles florales de la corona con la que fue coronada en 1924 la Virgen de la Montaña. Destaca el óvalo central, con uan pintura que representa una idealización de la coronación de la Virgen de la Montaña, la cual aparece ataviada de rojo y elevada a los cielos por los ángeles que forman su peana. Los ángeles, según el autor, están inspirados en los que aparecen en el retablo del santuario, y de fondo, se puede apreciar la silueta del propio santuario y de la ciudad de Cáceres.