26 agosto 2024
La cistitis es una inflamación de la vejiga, una de las enfermedades más comunes de las vías urinarias.
Afecta predominantemente a las mujeres y se manifiesta con síntomas como ardor y dolor al orinar, malestar, sensación de vaciado incompleto de la vejiga y aumento de la frecuencia miccional con reducción del volumen vesical. Aunque los casos leves pueden resolverse espontáneamente, es esencial saber cómo prevenir y controlar la afección, especialmente en relación con los mejores alimentos y bebidas que se deben consumir cuando se padece este trastorno.
La explicación que ofreceremos en el siguiente artículo es sólo un resumen sobre este tema, que se puede profundizar leyendo, por ejemplo, la información de Dimann sobre la cistitis en el blog del mismo nombre especializado en esta inflamación.
En cualquier caso, intentaremos dar una visión global sobre el tema.
La importancia de la dieta en la prevención de la cistitis
La dieta juega un papel fundamental en el manejo de la cistitis, especialmente en la forma intersticial (una forma menos evidente, a menudo resistente a los fármacos y no causada por una infección bacteriana), en la que la alimentación puede ser tanto un factor desencadenante como de prevención.
Veamos juntos qué alimentos sería mejor evitar si sufres estos trastornos (o quieres evitar su aparición, especialmente en verano, la estación en la que la cistitis es más frecuente):
bebidas carbonatadas y café, estos productos pueden irritar la vejiga y empeorar los síntomas, especialmente en la cistitis intersticial;
alimentos picantes, la guindilla, la pimienta negra y otros alimentos picantes pueden agravar la inflamación de la vejiga;
alimentos cítricos y ácidos, naranjas, pomelos, limones y tomates son algunos de los alimentos que pueden irritar la vejiga, especialmente en personas con cistitis intersticial.
Al contrario, algunos alimentos se consideran seguros e incluso beneficiosos para quienes sufren de cistitis:
arándanos rojos (cranberry), contienen proantocianidinas de tipo A (PACs), que pueden reducir la adhesión de las bacterias al epitelio de la vejiga, ayudando en la prevención de la cistitis bacteriana;
agua, como ya se mencionó, el agua es esencial para mantener limpio y sano el tracto urinario;
verduras y frutas con bajo contenido de ácido, el aguacate, los plátanos, los arándanos, los melones y las peras son generalmente bien tolerados y pueden incluirse en la dieta sin problemas;
cereales y proteínas magras, alimentos como el arroz, la avena, la carne de pollo, el pescado y los huevos se consideran seguros para quienes sufren de cistitis.
Prevención de la cistitis: consejos alimentarios y comportamentales
Además de una correcta alimentación, la prevención de la cistitis bacteriana también depende de algunas simples pero eficaces costumbres:
higiene íntima, mantener una buena higiene, evitando productos demasiado agresivos que podrían alterar la flora bacteriana natural;
micción frecuente, no retener la orina y vaciar completamente la vejiga, especialmente después de las relaciones sexuales;
arándanos rojos, incorporar en la dieta el consumo de arándanos rojos puede ser una ayuda natural en la prevención de infecciones urinarias.
El D-mannosa: el azúcar simple que puede prevenir la cistitis
Además de los alimentos y bebidas mencionados hasta ahora, hay que decir que los enfermos de cistitis también pueden encontrar alivio y prevenir las recaídas recurriendo a suplementos naturales que contengan sustancias eficaces contra el trastorno, entre las que destaca la D-manosa, un azúcar simple, compuesto por una sola molécula, que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano y en algunas plantas.
Se extrae principalmente de la madera de abedul y alerce, pero también está presente en varios tipos de frutas y verduras, como manzanas, peras, naranjas, arándanos rojos, melocotones, brócoli y judías verdes. Este azúcar, a diferencia de otros como la sacarosa o la fructosa, no es absorbido por el cuerpo, sino que es eliminado a través de la orina. Esta característica lo hace especialmente útil en el tratamiento y la prevención de las infecciones del tracto urinario.
El D-mannosa actúa principalmente bloqueando la proliferación de bacterias patógenas dentro del tracto urinario. Las bacterias más sensibles a la acción del D-mannosa incluyen Escherichia coli, Klebsiella, Shigella y Salmonella. Entre ellas, Escherichia coli es la principal responsable de las cistitis, una inflamación de la vejiga que afecta principalmente a las mujeres. La capacidad del D-mannosa para prevenir la adhesión de estas bacterias a las paredes de la vejiga es la base de su eficacia en la lucha contra las cistitis y otras inflamaciones del tracto urinario, como la prostatitis.
El D-mannosa es generalmente bien tolerado y no presenta efectos secundarios graves, lo que lo hace apto también para niños, mujeres embarazadas y personas con diabetes. Sin embargo, algunos sujetos pueden experimentar efectos secundarios menores, como hinchazón, meteorismo y diarrea.
