22 diciembre 2023
Tendemos a pensar que los electrodomésticos que tenemos en casa son muy complicados, y por eso no nos atrevemos a repararlos cuando se nos estropean. Este es el caso de la secadora, que es de los más sencillos. De hecho, con acceso a los repuestos de secadora adecuados, vamos a poder hacer la mayor parte de los arreglos nosotros mismos.
¿Qué pasa cuando no calienta?
Uno de los fallos más comunes se da cuando ponemos la secadora y la ropa sale igual de mojada que entró. La causa es que el aire no se calienta y la máquina no está haciendo su trabajo. Si miramos los repuestos balay que hay disponibles, enseguida vamos a localizar el fusible térmico, que en muchas ocasiones es el culpable del fallo.
En el caso de que nos demos cuenta de que el fusible funciona, hay que ir a la resistencia de secadora y al termostato. Con un multímetro vamos a poder comprobar cuál de los elementos se ha roto para cambiarlo.
Si no arranca hay que mirar la puerta
Otro de los problemas se da cuando la secadora no se pone en marcha. Vemos que las luces del panel se encienden, pero el electrodoméstico no hace nada más. Antes de comenzar a revisar piezas hemos de fijarnos en los blocapuertas para secadora, que están justo en la zona en la que la puerta se cierra.
Ahí hay un pequeño sensor que si se estropea impide que la máquina arranque. No es más que una medida de seguridad destinada a que la puerta no se abra en pleno ciclo de secado, pero que llega a impedir el funcionamiento de este electrodoméstico.
La correa se gasta y hace ruidos extraños
Siempre pensamos que la resistencia de la secadora es uno de los componentes que más falla, pero también se rompen otros elementos como las correas que tiran del tambor, momento en el que la secadora comienza a hacer unos ruidos muy extraños. Esto sucede porque la cargamos demasiado, por lo que siempre hay que respetar la carga máxima si queremos que nos dure. Además, si le ponemos más ropa de la que puede secar, esta saldrá mojada.
La correa también es una pieza que es fácil de conseguir en las tiendas de repuestos online y, además, su cambio es muy sencillo una vez que abrimos la secadora.
Cuando no sabemos ni por dónde empezar, lo mejor es buscar en la red vídeos con el modelo exacto de secadora que tenemos. Si es de las más comunes, lo normal es encontrar a personas que cambian las piezas más susceptibles de fallar, como pasa con la correa.
A través de estos vídeos, y con un poco de paciencia, vamos a poner una correa nueva. Es posible que la primera vez tardemos mucho tiempo, pero una vez que cojamos práctica vamos a atrevernos con el cambio de cualquiera de las piezas. Así, alargaremos casi hasta el infinito la vida de nuestra secadora, una máquina que puede llegar a ser cara y que hay que amortizar
