Recientemente se han publicado los datos de la encuesta de condiciones de vida definitivos de 2013 y vuelven a poner de manifiesto que, a pesar de lo que proclama la propaganda gubernamental, no vamos en la buena dirección porque hay más pobreza, somos líderes europeos en desigualdad, empeoran las condiciones de vida y con mayor gravedad en el caso de Extremadura.
Miles y miles de personas no tienen ningún tipo de prestación, las dificultades para llegar a fin de mes aumentan y el goteo de desahucios no para. Cada vez es más necesario por ello un cambio en las políticas, que siente las bases un modelo productivo de futuro, pero que no puede eludir el presente, porque es tal la urgencia en las necesidades básicas y su magnitud que ésta tiene que ser la mayor prioridad política.
La ECV (Encuesta de condiciones de vida) evidencia en múltiples variables la dureza de la situación y como ésta sigue empeorando. Hay que recordar que esta encuesta es realizada por el INE (Instituto Nacional de Estadística) y utiliza una metodología común al conjunto de países de la unión europea, por tanto los datos no pueden ser tachados de tendenciosos o interesados, menos aun por quien gobierna.
Esta encuesta muestra el empeoramiento de los datos para España con un “incremento de personas con carencia material”, esta carencia ha crecido ininterrumpidamente desde 2008 a 2013 pasando del 36% al 48%. En el año 2013 la cifra de “hogares en España con dificultades para llegar a fin de mes” alcanza el 16,9% (cuando en 2012 estábamos en el 13,5%), cifras que se agrandan en el caso de Extremadura que pasa al 20,8% (cuando era el 11,6% en 2012). Como puede comprobarse el dato nacional es malo y el de Extremadura es peor y se agrava mucho más.
Son también elocuentes para describir la situación de Extremadura datos como el “ingreso anual neto por persona” en 8224 euros –el dato más bajo de todas las comunidades autónomas–; la “tasa de riesgo de pobreza” que alcanza el 30,9% –tercera comunidad, solo superada por Castilla la Mancha y Ceuta.
En el apartado de las ”dificultades de los hogares”: “No puede permitirse ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año” el 53,4%; “No tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos” el 47,3% y en “Personas carencia material” Extremadura pasa del 44% en 2011 al 54,8 en 2013.
Todos estos datos, desde mi punto de vista obligan a un giro radical en las prioridades políticas, tanto en los contenidos (orientados a dar una salida a la crisis económica reduciendo la pobreza y las desigualdades), como en las formas, profundizando en la democracia y la concertación social, buscando la confluencia social y política.
La concertación social puede ser muy útil para contribuir al diseño de las políticas para el futuro, pero sobre todo tiene que ser capaz de afrontar de manera inmediata lo urgente: dar una salida a las personas, a las que la situación económica y las medidas adoptadas han dejado abandonadas sin recursos. La renta básica, el empleo social son dos ejemplos de medidas inmediatas y necesarias para mejorar la situación.
