Era evidente la necesidad de llegar a un acuerdo sobre Estrategia Industrial para Extremadura. Las organizaciones sindicales (CCOO y UGT) y la patronal (CREEX) están muy interesadas en el desarrollo industrial en nuestra región, que tanto lo necesita.
La estrategia industrial encaja en el marco de la Unión Europea, que ha señalado la industrialización como una prioridad y se incardina en los programas derivados de los fondos europeos. Los agentes sociales estamos por derecho en los procesos de elaboración desarrollo y seguimiento de estos planes, por lo que la participación era exigida y exigible.
En lo que conozco de estas negociaciones, en esta ocasión no ha sido excepción, la actitud de sindicatos y patronal es de aportación de ideas para acertar en la estrategia. Lógicamente, como organizaciones que defienden intereses de parte, en unas ocasiones coinciden y en otros casos las propuestas son distintas y es preciso entonces buscar la fórmula que hace posible la compatibilidad.
En mi opinión, uno de los aspectos más polémicos ha sido el de los “polos de desarrollo”, que han provocado un prolongado debate. Se proponían inicialmente zonas geográficas de referencia para el desarrollo industrial, pero Comisiones Obreras consideraba mejor el enfoque sectorial, es decir, el apoyo a aquellos sectores industriales que creemos van a poder obtener mejores resultados en nuestra región. Pensábamos que la opción geográfica podría tener el efecto que tuvo el modelo que se puso en marcha durante el franquismo, que focalizó en el norte la industria y abandonó a regiones como Extremadura, generando por tanto graves asimetrías y con ello desigualdades difícilmente subsanables para mucho tiempo.
En la parte de la duda está la participación y el seguimiento. Esta participación se ha producido y ha dado lugar a la firma del acuerdo. Pero tenemos serias dudas en el seguimiento y la evaluación. No nos gustaría que todo fuera para hacerse una foto y que se repitiera el incumplimiento del seguimiento en otras materias. La Renta Básica tenía una comisión de seguimiento que murió sin haber nacido porque nunca se reunió y en la última modificación de Ley de Renta Básica se ha eliminado (lo que pone de manifiesto el interés del Gobierno y quien le apoya por la participación de los agentes sociales). El consejo Regional de Salud no se ha reunido en el último año, siendo preceptivo; ni siquiera el Ébola ha sido una razón de peso para convocarlo. Se están configurando Consejos Regionales sin incluir a los agentes sociales. La tónica general es anemia en la participación y en la concertación social.
En definitiva, que sobrevuela la duda: ¿Ha sido un acto de vuelta al diálogo con los agentes sociales o un acto más de propaganda? ¿Una foto más para la mediática o simplemente se ha cumplido un expediente para evitar que Europa tire de la oreja al Gobierno de Extremadura?
También en el capítulo de la duda quiero destacar la apuesta por la igualdad entre hombres y mujeres en el diseño y seguimiento de los programas. Sería un fraude que quedara en una mera declaración que no se tradujera en resultados, además de una nueva injusticia.
Quiero pensar que, por la importancia que tiene para Extremadura, por la cuantía de los fondos y su buen uso, por las repercusiones a corto medio y largo plazo, ya que su aplicación van más allá de esta legislatura, sea una apuesta real y comprometida con los agentes sociales.