La gran dificultad para Izquierda Unida a lo largo de toda esta legislatura es intentar explicar que un pacto contra natura tenga como resultado “Pi menus erre”. Cada vez resulta más evidente que ese pacto, sellado quizá antes del minuto cero a sangre y fuego, está vacío en contenidos sociales y lo que ha aportado es un cómodo gobierno absoluto a la derecha. No entro en que todo esto pueda haber sido por motivaciones de réditos de interés personal.
A la vista está, de manera groseramente explícita, a través de todo el folletín de la Renta Básica. Las piruetas han sido múltiples, las escenificaciones teatrales en la Asamblea de Extremadura también, las explicaciones para justificar lo injustificable patéticas. Pero, señoras y señores, este torrente de invención no ha acabado. El vergonzoso trance para dar salida al Decretazo de la Renta Básica que pudimos comprobar en último pleno de nuestro Parlamento Autonómico, no va a ser el último. En la tramitación del próximo Proyecto de Ley que ahora se avecina, guionistas, decoración, dirección, atrezo y demás recursos teatrales buscarán la excelencia. La expectación está garantizada, las filigranas serán un entretenido ejercicio de imaginación digno del rococó. Lo veremos en las sesiones parlamentarias, con el juego de enmiendas, con los amagos de NO para que luego sea SÍ. Todo un suspense con un final premeditado y pactado en la caverna donde se citan los socios gubernamentales; toda una cavilación para ocultar la realidad, la vergonzante realidad.
Ya sabíamos que el Partido Popular no quería ni quiere la Renta Básica. Su política económica considera el gasto social como superfluo y por tanto debe ser residual; por ello no es de extrañar su pretensión de que se conceda al mínimo número de personas, con la cuantía más pequeña posible y cuanto menos tiempo mejor. Además su concepción social percibe a las personas pobres como cercanas a la delincuencia, que solo se dedican a buscar ayudas sociales a través del engaño –de ahí que destacadas personas del gobierno no duerman pensando que alguien pueda haber conseguido la renta básica con algún truco. Mientras tanto no les quita el sueño que miles de personas estén en extrema necesidad esperando a que se desempolven los miles de solicitudes–.
Pero lo que resulta un fraude democrático es que quien en nombre de esas personas más necesitadas y de los valores sociales, da cobijo, amparo y protección a esta estrategia antisocial. Quién se presentó a las elecciones con el programa de la justicia social y de una democracia más participativa y sustenta un gobierno con poder absoluto para hacer las otras políticas.
Ahora se pretende sustituir una Ley de Renta Básica que tuvo acuerdos y empezaba a dar resultados por otra más restrictiva y sin consenso. Ya va siendo bastante tarde, pero en estos momentos solo cabe adoptar iniciativas ejecutivas de aplicación: RENTA BÁSICA YA, sin ningún tipo de rodeos, sin enredos. La ley se tiene que aplicar de manera laxa, es decir, conceder la renta básica a las personas de manera inmediata y comprobar después (si alguien ha engañado para obtenerla ya se solucionará) es preferible atender a las miles de personas que están en necesidad y que algunas engañen a que para que nadie engañe solo se conceda la renta básica sólo a unas cuantas. Más de 22.000 solicitudes, miles de ellas de extrema necesidad, no pueden seguir perdidas en el laberinto de la burocracia que se ha creado para no concederlas.
Por si fuera poco ahora se anuncia una bajada de impuestos directos, otro episodio digno de partido de ping-pong –bajo los directos subo los indirectos, perjudico a los que tienen menos, beneficio a los que más tienen–. Luego dirán que no hay dinero para la Renta Básica y los socios de la izquierda que sustenta el gobierno volverán a tragar escudándose en su nuevo lema “otro mundo no es posible”.
La exigencia democrática de la sociedad conlleva cumplir lo prometido, basta ya de enredos, el resultado hasta ahora con todos estos enredos es “pi menus erre” ¿se entera IU?. IU no va a poder seguir dando la espalda a la situación de pobreza de toda esa gente que no va a poder dir jaciendu las sopas. Y que recuerden que esa gente no votó a derecha unida.